Consejos para manejar el olvido provocado por el TDAH: ¿cómo puedo mejorar mi memoria y concentración?
Hola, queridx lectorx. Hoy quiero hablar sobre un tema que sé que puede generar muchos desafíos en tu vida diaria: el olvido provocado por el TDAH. Como especialista en salud mental, entiendo las frustraciones que pueden surgir cuando la memoria y la concentración se ven afectadas por este trastorno. En este post, te brindaré consejos prácticos y eficaces para ayudarte a mejorar tu memoria y concentración, permitiéndote enfrentar mejor las demandas diarias. Sigue leyendo para descubrir estrategias que te serán de gran utilidad en tu día a día.
Consejos para manejar el olvido provocado por el TDAH
En mi experiencia, he encontrado que establecer rutinas es fundamental para mejorar la memoria y la concentración cuando se vive con TDAH. Intenta crear horarios predecibles para tus actividades diarias, incluyendo momentos específicos para repasar la información importante. Esto te ayudará a mantener un enfoque constante y a recordar las tareas importantes.
Otro consejo que considero crucial es la organización. Utiliza agendas o aplicaciones de gestión del tiempo para planificar tus quehaceres, asignándoles fechas límite y prioridades. De esta manera, podrás centrar tu atención en una tarea a la vez, lo que facilitará el procesamiento de la información y su retención en la memoria.
Además, la práctica de técnicas de atención plena o mindfulness puede resultar beneficiosa. Dedicar unos minutos al día a la meditación o a ejercicios de respiración consciente puede mejorar la capacidad de concentración y, en consecuencia, la memoria.
¿Cómo mejorar la memoria y concentración?
Una estrategia que me ha funcionado para mejorar mi memoria y concentración es la técnica del asociacionismo. Asociar conceptos o información con imágenes o situaciones concretas me ha ayudado a retener la información de manera más efectiva. Por ejemplo, al relacionar una tarea con un objeto o lugar específico, facilito mi capacidad de recordarla cuando es necesario.
Otro método que recomiendo es el de la repetición espaciada. Repasar la información de manera regular pero con intervalos de tiempo cada vez más amplios ha fortalecido mi memoria a largo plazo. Esta técnica ha sido especialmente útil al estudiar, trabajar o recordar fechas y compromisos importantes.
Además, considero que el ejercicio físico no solo beneficia al cuerpo, sino también a la mente. Mantenerme activo físicamente ha tenido un impacto positivo en mi capacidad de concentración y en mi memoria a corto plazo. Por ello, intento incluir rutinas de ejercicio en mi día a día para potenciar mi rendimiento cognitivo.